El simulacro, más allá de ser una simple práctica, permitió evaluar y fortalecer la capacidad de respuesta de las clínicas ante una posible emergencia. Este ejercicio demostró la eficacia de los protocolos implementados, resaltando la importancia de la coordinación y el trabajo en equipo en situaciones de riesgo.
El compromiso de las clínicas universitarias con la seguridad va más allá de la atención de sus pacientes, pues buscan crear un entorno seguro y preparado ante cualquier eventualidad. Además, el simulacro permitió sensibilizar a los estudiantes y al personal sobre la importancia de estar siempre preparados y seguir las instrucciones en este tipo de situaciones.
Con este tipo de iniciativas, la Universidad Santo Tomás reafirma su dedicación a promover una cultura de prevención, asegurando que las clínicas universitarias continúen siendo espacios seguros, no solo para la comunidad académica, sino también para quienes visitan sus instalaciones. Este esfuerzo continuo contribuye a fortalecer la preparación frente a emergencias, garantizando un entorno seguro y confiable para todos.
