Esta investigación con sello tomasino tenía como objetivo desarrollar una crema dental anticaries a través de la cascarilla del cacao, residuo que queda de la producción de chocolate. Este proyecto tuvo una duración de año y medio, y se llevó a cabo en tres etapas: obtención y extracción; caracterización y, microbiología.
A partir de esta iniciativa se buscó reemplazar el agente anticaries más común que es el flúor, por un agente natural que es el cacao, disminuyendo así la aparición de enfermedades dentales como la fluorosis dental que es una anomalía en la formación del esmalte, causada por una excesiva exposición al flúor en la etapa de formación de los dientes.
“La idea a largo plazo y con ayuda de la Universidad Santo Tomás, a través de la Unidad de Investigaciones, es llevar todo este proceso a la obtención de una patente, gracias al agente anticaries y al diseño de la crema dental”, manifestó Eduardo Monroy, egresado Tomasino.